¿Quién ganará la guerra de monedas?
Por: Roberto A. Ruarte y Julián Yosovitch
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Dentro de la escuela elliotista en el análisis técnico, los triángulos son figuras de continuación de tendencia que suelen aparecer dentro de las ondas 4 o B. En este sentido, la definición de la figura será en la misma dirección de la tendencia previa. Luego de las ondas 4 o B, el movimiento que uno espera son las ondas 5 o C, las cuales son a favor de la tendencia. Los triángulos se caracterizan por presentar una estructura solapada y trabada, dentro de 5 movimientos internos (definidos con letras de la A-E).
Cada movimiento dentro de la figura suele recortar entre el 61,8% de Fibonacci y el 76,4% de Fibonacci, no pudiendo nunca superar los máximos de la onda previa ni perforar sus mínimos. A su vez, las líneas de tendencia que unen pisos y techos dentro de la figura deberán tener una pendiente de signo opuesto, mostrando justamente la presencia de un triángulo.
En el caso de que las líneas que unen pisos y techos tengan pendientes de mismo signo, implicaría que no se está tratando de un triángulo sino más bien de una cuña, las cuales son figuras de cambio de tendencia y aparecen en las ondas 5 y C de Elliott.
Todas las figuras elliotistas cuentan con un objetivo una vez que las mismas han quedado definidas. Para el caso de los triángulos, el objetivo se calcula tomando el tamaño de la base y extrapolándolo desde el último movimiento de la figura (los máximos o mínimos de la onda E, dependiendo si el triángulo es con definición alcista o bajista).
Es muy común que el mercado se encuentre dentro de una tendencia sostenida, y luego la misma se vea interrumpida por un proceso de lateralización y con un recorte solapado y trabado. Muchas veces, y luego de movimientos acelerados y dinámicos, el mercado toma una pausa y comienza a recortar, realizando este tipo de figuras.
Esta teoría, aplicada a la práctica, nos lleva al comportamiento de las principales monedas internacionales, y tal como veremos en esta nota, ésta es la situación de las principales divisas del planeta, las cuales se encuentran dentro de una finalización del proceso de lateralización o incluso en busca del objetivo.
Desde notas previas hemos hecho mención a la debilidad que vemos para la moneda común, y si bien hemos visto un rally interesante, la estructura técnica de triángulo con definición bajista se mantiene intacta.
En general, las ondas D y E suelen ser las más engañosas, dado que el mercado está a punto de definir y no siempre generan el 61,8% de Fibonacci sino que el recorte suele ser menor. Como analista, uno debería esperar el 61,8% de Fibonacci como recorte mínimo dentro de la figura para la onda E, aunque dado el reconocimiento de resistencias, con el quiebre de soportes más tarde implicaría una aceleración bajista hacia niveles inferiores.
En concreto, lo que vemos para el euro es que en 1,60 dólar ha sido un gran techo de mercado y desde tales máximos la divisa ha comenzado un amplio proceso de lateralización. Es claro el alto nivel de solapamiento y el movimiento trabado dentro del ajuste.
Vemos que en los máximos de 1,31 dólar, la moneda común ha reconocido la resistencia coincidente con el 38,2% de Fibonacci de toda la caída en onda D y mientras. De corto plazo consideramos que las bajas podrán ampliarse con chances de acceder a niveles de 1,265 dólar, mientras que los mínimos de 1,25 son los soportes de mediano plazo más importantes para el euro y desde donde deberemos esperar un regreso de las subas con chances de llevar al euro de regreso a los máximos de 1,31 dólar primero y 1,34 dólar más tarde, siendo 1,38 dólar el 61,8% de Fibonacci de toda la caída en onda D y objetivo de la onda E, para que desde allí un importante techo de mercado se genere y el inicio del postriángulo tome un mayor protagonismo.
Ahora bien, si los mínimos de 1,25 fuesen perforados, implicaría que el euro ya ha realizado un techo importante y que estamos dentro del movimiento en postriángulo, el cual debería llevarnos rápidamente de regreso a los mínimos de 1,205 dólar en una primera instancia y 1,15 dólar más tarde, junto al 61,8% de toda la suba hasta los máximos de 1,60 dólar, aunque el objetivo del postriángulo se ubica en niveles inferiores.
Libra esterlina-dólar
La libra también se encuentra lateralizando y si bien es válida la crítica al etiquetado de que la onda 4 es demasiado grande respecto de la onda 2, lo cierto es que no se viola ninguna de las leyes elliotistas, a la vez que la divisa ha reconocido el 50% de Fibonacci de toda la caída en onda 3 y desde los máximos de 1,70 dólar ha iniciado el triángulo, colocando a la divisa en los valores actuales de 1,59 dólar.
De corto plazo la libra encuentra un soporte importante en los mínimos de 1,585 dólar y con caídas debajo de tal nivel pasaremos a alertar por pérdidas mayores con chances de acceder a zonas inferiores en torno a 1,566 dólar y 1,52 dólar más tarde, de regreso a los mínimos previos, implicando que estamos dentro del movimiento de postriángulo, y habilitando una continuidad bajista hacia 1,45-1,43 dólar por lo menos, siendo la zona de 1,30-1,28 dólar el objetivo de postriángulo que presenta la divisa.
Dentro del esquema actual, vemos que los máximos de 1,63-1,64 dólar son escollos importantes, mientras que los máximos de la onda C son las resistencias que mantienen en vida el proceso de lateralización en torno a 1,675 dólar y desde donde las bajas deberán ser finalmente reanudadas tal como lo proyectado. Sólo con la superación de los máximos de 1,675 dólar, el triángulo quedará descartado y pasaremos a sugerir avances mayores rumbo a zonas superiores.
En el caso del yen, se encuentra más avanzado en comparación con el resto de las monedas, ya que de largo plazo se encuentra dentro del movimiento en postriángulo, desarrollándose dentro de un canal bajista de mediano plazo.
El sesgo se mantiene bajista para la divisa y consideramos que los precios continuarán desarrollándose dentro de la figura técnica con chances de acceder a la zona de 77 yenes primero y 75 yenes más tarde, sin descartar una continuidad bajista rumbo a 65-60 yenes, junto a la parte inferior del canal, aunque el objetivo del postriángulo se ubica en zonas inferiores en torno a 55 yenes.
Dentro del esquema actual, vemos que el dólar encuentra resistencia en los máximos de 85-87 yenes, aunque el escollo de mayor peso se ubica en 89 yenes, nivel coincidente con el 38,2% de toda la caída en onda 3 y desde donde esperamos un regreso de las debilidades rumbo a los mínimos mencionados.
Dólar index
El dólar index ha realizado una secuencia de avance en 5 movimientos entre los mínimos de 70,75 puntos hasta los máximos de 89 unidades y desde allí ha ajustado bajo la figura de un plano en una secuencia de ABC hasta los mínimos de 73 unidades, colocándose hoy en día en los 81 puntos. El sesgo es alcista hoy en día y la visión positiva se ampliará una vez superados los escollos de 82 unidades, coincidentes con el 61,8% de toda la baja, y ante tal escenario pasaremos a sugerir una continuidad en el avance de regreso a 84,40 puntos y 86 unidades más tarde, junto a la parte superior del canal bajista e importante resistencia de corto y mediano plazos para el índice.
Dentro del esquema actual, vemos soporte en la zona de 80,30-80,10 unidades, mientras que la zona de 79,50-78,60 son soportes de mayor peso en el corto plazo para el dólar index y desde donde la tendencia alcista deberá ser finalmente reanudada, caso contrario, pasaremos a alertar por pérdidas mayores rumbo a valores más deprimidos para adelante, postergado las subas mencionadas.
En términos generales vemos que las monedas se encuentran dentro de la finalización de triángulos de largo plazo o dentro de la tendencia de movimiento en postriángulo. En ambos casos, de largo plazo la presión es alcista para las monedas de cobertura, ya sea el dólar o el yen, a la vez que el dólar index está mostrando señales de recuperación, y por encima de los escollos mencionados, quedará habilitando alzas adicionales en dirección a los niveles propuestos y valores más ambiciosos para adelante. Veamos...
Cada movimiento dentro de la figura suele recortar entre el 61,8% de Fibonacci y el 76,4% de Fibonacci, no pudiendo nunca superar los máximos de la onda previa ni perforar sus mínimos. A su vez, las líneas de tendencia que unen pisos y techos dentro de la figura deberán tener una pendiente de signo opuesto, mostrando justamente la presencia de un triángulo.
En el caso de que las líneas que unen pisos y techos tengan pendientes de mismo signo, implicaría que no se está tratando de un triángulo sino más bien de una cuña, las cuales son figuras de cambio de tendencia y aparecen en las ondas 5 y C de Elliott.
Todas las figuras elliotistas cuentan con un objetivo una vez que las mismas han quedado definidas. Para el caso de los triángulos, el objetivo se calcula tomando el tamaño de la base y extrapolándolo desde el último movimiento de la figura (los máximos o mínimos de la onda E, dependiendo si el triángulo es con definición alcista o bajista).
Es muy común que el mercado se encuentre dentro de una tendencia sostenida, y luego la misma se vea interrumpida por un proceso de lateralización y con un recorte solapado y trabado. Muchas veces, y luego de movimientos acelerados y dinámicos, el mercado toma una pausa y comienza a recortar, realizando este tipo de figuras.
Esta teoría, aplicada a la práctica, nos lleva al comportamiento de las principales monedas internacionales, y tal como veremos en esta nota, ésta es la situación de las principales divisas del planeta, las cuales se encuentran dentro de una finalización del proceso de lateralización o incluso en busca del objetivo.
Desde notas previas hemos hecho mención a la debilidad que vemos para la moneda común, y si bien hemos visto un rally interesante, la estructura técnica de triángulo con definición bajista se mantiene intacta.
En general, las ondas D y E suelen ser las más engañosas, dado que el mercado está a punto de definir y no siempre generan el 61,8% de Fibonacci sino que el recorte suele ser menor. Como analista, uno debería esperar el 61,8% de Fibonacci como recorte mínimo dentro de la figura para la onda E, aunque dado el reconocimiento de resistencias, con el quiebre de soportes más tarde implicaría una aceleración bajista hacia niveles inferiores.
En concreto, lo que vemos para el euro es que en 1,60 dólar ha sido un gran techo de mercado y desde tales máximos la divisa ha comenzado un amplio proceso de lateralización. Es claro el alto nivel de solapamiento y el movimiento trabado dentro del ajuste.
Vemos que en los máximos de 1,31 dólar, la moneda común ha reconocido la resistencia coincidente con el 38,2% de Fibonacci de toda la caída en onda D y mientras. De corto plazo consideramos que las bajas podrán ampliarse con chances de acceder a niveles de 1,265 dólar, mientras que los mínimos de 1,25 son los soportes de mediano plazo más importantes para el euro y desde donde deberemos esperar un regreso de las subas con chances de llevar al euro de regreso a los máximos de 1,31 dólar primero y 1,34 dólar más tarde, siendo 1,38 dólar el 61,8% de Fibonacci de toda la caída en onda D y objetivo de la onda E, para que desde allí un importante techo de mercado se genere y el inicio del postriángulo tome un mayor protagonismo.
Ahora bien, si los mínimos de 1,25 fuesen perforados, implicaría que el euro ya ha realizado un techo importante y que estamos dentro del movimiento en postriángulo, el cual debería llevarnos rápidamente de regreso a los mínimos de 1,205 dólar en una primera instancia y 1,15 dólar más tarde, junto al 61,8% de toda la suba hasta los máximos de 1,60 dólar, aunque el objetivo del postriángulo se ubica en niveles inferiores.
Libra esterlina-dólar
La libra también se encuentra lateralizando y si bien es válida la crítica al etiquetado de que la onda 4 es demasiado grande respecto de la onda 2, lo cierto es que no se viola ninguna de las leyes elliotistas, a la vez que la divisa ha reconocido el 50% de Fibonacci de toda la caída en onda 3 y desde los máximos de 1,70 dólar ha iniciado el triángulo, colocando a la divisa en los valores actuales de 1,59 dólar.
De corto plazo la libra encuentra un soporte importante en los mínimos de 1,585 dólar y con caídas debajo de tal nivel pasaremos a alertar por pérdidas mayores con chances de acceder a zonas inferiores en torno a 1,566 dólar y 1,52 dólar más tarde, de regreso a los mínimos previos, implicando que estamos dentro del movimiento de postriángulo, y habilitando una continuidad bajista hacia 1,45-1,43 dólar por lo menos, siendo la zona de 1,30-1,28 dólar el objetivo de postriángulo que presenta la divisa.
Dentro del esquema actual, vemos que los máximos de 1,63-1,64 dólar son escollos importantes, mientras que los máximos de la onda C son las resistencias que mantienen en vida el proceso de lateralización en torno a 1,675 dólar y desde donde las bajas deberán ser finalmente reanudadas tal como lo proyectado. Sólo con la superación de los máximos de 1,675 dólar, el triángulo quedará descartado y pasaremos a sugerir avances mayores rumbo a zonas superiores.
En el caso del yen, se encuentra más avanzado en comparación con el resto de las monedas, ya que de largo plazo se encuentra dentro del movimiento en postriángulo, desarrollándose dentro de un canal bajista de mediano plazo.
El sesgo se mantiene bajista para la divisa y consideramos que los precios continuarán desarrollándose dentro de la figura técnica con chances de acceder a la zona de 77 yenes primero y 75 yenes más tarde, sin descartar una continuidad bajista rumbo a 65-60 yenes, junto a la parte inferior del canal, aunque el objetivo del postriángulo se ubica en zonas inferiores en torno a 55 yenes.
Dentro del esquema actual, vemos que el dólar encuentra resistencia en los máximos de 85-87 yenes, aunque el escollo de mayor peso se ubica en 89 yenes, nivel coincidente con el 38,2% de toda la caída en onda 3 y desde donde esperamos un regreso de las debilidades rumbo a los mínimos mencionados.
Dólar index
El dólar index ha realizado una secuencia de avance en 5 movimientos entre los mínimos de 70,75 puntos hasta los máximos de 89 unidades y desde allí ha ajustado bajo la figura de un plano en una secuencia de ABC hasta los mínimos de 73 unidades, colocándose hoy en día en los 81 puntos. El sesgo es alcista hoy en día y la visión positiva se ampliará una vez superados los escollos de 82 unidades, coincidentes con el 61,8% de toda la baja, y ante tal escenario pasaremos a sugerir una continuidad en el avance de regreso a 84,40 puntos y 86 unidades más tarde, junto a la parte superior del canal bajista e importante resistencia de corto y mediano plazos para el índice.
Dentro del esquema actual, vemos soporte en la zona de 80,30-80,10 unidades, mientras que la zona de 79,50-78,60 son soportes de mayor peso en el corto plazo para el dólar index y desde donde la tendencia alcista deberá ser finalmente reanudada, caso contrario, pasaremos a alertar por pérdidas mayores rumbo a valores más deprimidos para adelante, postergado las subas mencionadas.
En términos generales vemos que las monedas se encuentran dentro de la finalización de triángulos de largo plazo o dentro de la tendencia de movimiento en postriángulo. En ambos casos, de largo plazo la presión es alcista para las monedas de cobertura, ya sea el dólar o el yen, a la vez que el dólar index está mostrando señales de recuperación, y por encima de los escollos mencionados, quedará habilitando alzas adicionales en dirección a los niveles propuestos y valores más ambiciosos para adelante. Veamos...
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