Análisis de la situación del real y de la Bolsa de Brasil
Por: Roberto A. Ruarte y Julián Yosovitch
www.ruartereports.com
http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=595228
Desde esta columna siempre mencionamos sobre cómo el mercado es un gran barómetro para medir y anticipar la evolución de la economía de un país en los años por venir, al insistir que el mercado siempre se adelanta a la economía.
Con la nota de hoy intentaremos analizar la evolución de los últimos años del principal índice de la Bolsa de San Pablo, el Ibovespa, para entender la actualidad del mercado paulista y con intenciones de determinar el futuro del mismo.
En la última década, y de la mano del gran Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil ha obtenido importantes avances en el plano económico y social.
Los brasileños han registrado incrementos en sus ingresos que han permitido mejorar su nivel de consumo, los índices de pobreza han disminuido, el Producto Bruto Interno se ha incrementado, las industrias se han multiplicado y éstas han ampliado su frontera de exportación, a la vez que una impresionante masa de capitales ha inundado la plaza paulista, provocando que el real sea una de las monedas de mayor apreciación en los últimos tiempos.
Con una moneda fuerte, los brasileños han poblado las calles de Buenos Aires disfrutando de restoranes, hospedándose en hoteles, y volviendo a sus casas con indumentaria, y productos comprados aquí.
Tal es así, que en los últimos 10 años la clase media brasileña creció en nada menos que 29 millones de personas, a la vez que otros 20 millones salieron de la pobreza. Tras la finalización de su mandato, dejo un país con una inflación bajo control, analfabetismo con pendiente negativa, desempleo en niveles mínimos, mayor seguridad, lucha contra el narcotráfico, etc. Cabe destacar que en 2002, Brasil recibió un rescate por u$s 30.000 millones del FMI y, al finalizar el Gobierno de Lula, se convertía en un acreedor del fondo aportando u$s 5.000 millones.
Con el avance en esta última década, Brasil ha sabido consolidar su participación dentro del selecto grupo del BRIC, junto a países como China, Rusia y la India, y participa en foros internacionales en los que se decide el futuro de la economía mundial.
Los logros de Lula han llegado incluso a que se le otorgue la sede del campeonato de fútbol mundial en 2014. Estos avances y junto a la mejoría en el nivel de vida de sus habitantes, ha hecho que Lula se retire de la presidencia de su país con un nivel de aceptación récord del 87%, nombrado hombre del año por revistas internacionales y es considerado una de las personas más influyentes en la última década en el plano internacional.
La popularidad de Lula ha podido colocar en el Gobierno a Dilma Rousseff, encargada de continuar con el modelo y las políticas que él mismo había iniciado. No hay dudas de que los brasileños han sabido mejorar su estilo de vida y que la mirada que los inversores internacionales tenían sobre el mercado paulista ha cambiado notoriamente en esta última década.
Ahora bien, cabe preguntar: ¿el estilo de vida actual de los brasileños fue anticipada por el mercado? En este caso, ¿el mercado también se anticipó a la economía? Y yendo más profundamente, ¿Qué hay que esperar del futuro para la plaza bursátil y para los brasileños?
Cuando Lula ingresó como mandatario el 1/1/03, el Ibovespa lo recibía en los 10.900 puntos y tras la finalización de su mandato, el selectivo paulista finalizaba el 1/1/11 en 68.300 unidades, lo que significa un aumento del 553%. Claramente el mercado aceptó a Lula y lo congració con ganancias históricas.
El mercado bursátil brasileño ha pasado de la depresión en los años 2002, a la euforia, creciendo a tasas altísimas en términos anuales. Pero cabe destacar que esa euforia bursátil no se trasladó inmediatamente al plano social y tal es así que los brasileños están recolectando los frutos que el mercado ha sabido dar durante estos años.
Pero es importante preguntarse; ¿Qué está pasando con el Ibovespa hoy en día?
El humor de mercado pasa de la depresión a la euforia mucho antes que el humor social y esto se puede ver cómo hoy en día este último permanece alto, con brasileños viajando y disfrutando de su moneda fuerte, mientras que el Ibovespa, ha entrado en un bear-market desde noviembre de 2010, perdiendo posiciones y ha dejado de ganar todo lo que ha sabido obtener en los últimos años. Vemos a esta disociación como una gran debilidad y una importante señal de alerta, no sólo para el mercado sino también para los mismos brasileños.
Insistimos tanto desde esta columna como a nuestros clientes, sociedades de Bolsa, y en nuestras charlas. El mercado siempre va de la depresión a la euforia... Y viceversa.
La situación detallada es un claro ejemplo de techo de mercado, con popularidad del presidente alta y buenos índices económicos, todos apostaban a Brasil, y a Lula. Abundaban recomendaciones fundamentalistas y de grandes bancos internacionales, no sólo al Ibovespa sino también a su ETF, el EWZ, el cual ha sabido tener récord de volumen diario en Wall Street.
Pero en 2010 la Bolsa brasileña ha registrado un incremento de tan sólo un 1%, mientras otras plazas bursátiles han registrado ganancias. Es cierto que la economía brasileña tiene mejores indicadores que la Argentina, sin embargo, el mercado ha mostrado dos realidades distintas.
Los fundamentalistas buscan y recomiendan mercados con estadistas económicas sanas. ¿Qué pasó entonces con Brasil? ¿El mercado está indicando algo?
Desde los máximos de 73.100 puntos en noviembre de 2010, el Ibovespa ha iniciado un mercado bajista hasta los valores actuales de 58.800 unidades, perdiendo un 17% de su valor en los últimos 10 meses. Consideramos que el índice se encuentra en un momento de gran definición, y vemos que en el corto plazo el proceso correctivo continuará, con intenciones de consolidar una zona de soporte en 57.600 puntos.
En caso de que los precios reconozcan el soporte mencionado, se deberán ver avances sustanciales, recuperando todo el terreno perdido y accediendo a 63.500-67.000 puntos, que en caso de ser superado, quedara habilitado una continuidad en el alza de regreso a los de 73.100 puntos y con intenciones de ampliar las ganancias rumbo a nuevos máximos para los próximos años de cara al mundial y a las olimpiadas, para que desde allí seamos grandes vendedores de la Bolsa paulista.
Ahora bien, si las debilidades continúan, ubicando al Ibovespa por debajo de las 57.600-56.500 unidades, significará que el proceso correctivo aún no ha terminado y alertaremos por pérdidas mayores en dirección a soportes inferiores y de mayor importancia ubicados en 53.000-52.000 puntos, sin descartar debilidades adicionales hacia los 50.000 puntos. Esta última visión es la favorecida por el analista.
El real ha sido una de las monedas de mayor apreciación en los últimos años y ha acompañado el bull-market. El dólar pasó desde los máximos de 2002 de 3,93 reales por dólar hasta los mínimos de 1.560 de julio de 2008, logrando una apreciación del 60% aproximadamente. Esto significa que mientras el mercado bursátil subía, el real se apreciaba. Y en 2008, junto con la caída de las grandes Bolsas del mundo, el Ibovespa cayó fuertemente, a la vez que el dólar subió.
Ahora bien, lo significativo es que, el real continúa apreciándose al mismo tiempo que la Bolsa pierde posiciones y se enfrenta a soporte importante. Esto significa que gran parte de los inversores confía fuertemente en Brasil, e incluso los mismos brasileños prefieren permanecer en moneda local antes que en el mismo dólar, como una señal de sobrecompra significativa y por lo que debemos estar en alerta.
Hoy en día el dólar ha accedido por debajo de los mínimos de 2008 y se ubica en 1,554 real por dólar. Desde los máximos de 1,693, el dólar ha realizado un movimiento triangular el cual indica una última corrección y un último movimiento bajista adicional, para que desde allí, se genere un cambio de tendencia y el dólar recupere parte del terreno perdido en estos años.
La longitud de la base del triángulo indica un objetivo de 1,51-1,50 real y potencialmente 1,45 real por dólar, desde donde se deberá dar un piso de mercado histórico.
El dólar encuentra fuerte resistencia en 1,580 y potencialmente 1,605-1,61, para que desde allí, las pérdidas queden retomadas de regreso a los mínimos mencionados.
Únicamente en caso de que el dólar recupere posiciones por encima de 1,605, entenderemos que en los mínimos de 1,531 ha sido un importante piso de mercado y pasaremos a favorecer avances adicionales de regreso a 1,62-1,63.
Las grandes crisis surgen cuando la gran mayoría de la población se posiciona en la moneda local.
La psicología social y de mercado que vive hoy Brasil se encuentran disociadas. El gran bull-market que ha visto el mercado brasileño en los últimos años, lo está disfrutando la población hoy en día, pero es una señal de alerta la gran debilidad que encuentra hoy el Ibovespa y la fortaleza del real.
El mercado se anticipa a la economía y por debajo de 57.600-56.000 puntos, será una señal de alerta importante y veremos caídas mayores, poniendo fin al buen pasar de los brasileños.
¿Y la Argentina?
Dentro de este informe queremos dedicarle un apartado para el mercado local, ya sea por la estrechez que lleva con el país vecino, así como para realizar una pequeña comparación entre ambos mercados.
Consideramos que el buen pasar de los brasileños también le va a tocar a los argentinos en los años por venir y tal desarrollo deberá comenzar por el mercado financiero a igual que sucedió con Brasil y el Ibovespa, para que luego se traslade a la economía real.
El gran avance mencionado por parte del mercado paulista no se ha visto aún en la plaza local y el Merval se encuentra en camino a replicar la evolución del Ibovespa y de igual manera que hicieron los pares latinoamericanos al superar los máximos de los 90. A pesar de que en 2010 se ha festejado mundialmente los números e índices de Brasil, la Bolsa argentina la superó en rendimiento y continuará superándola en los próximos años.
A igual que en Brasil, en 2002 el mercado local se encontraba deprimido y con altos niveles de descontento social. Desde tal fecha el Merval ha iniciado el gran bull-market actual el cual dará importantes ganancias primero en la parte financiera y bursátil y luego se trasladara a la economía real.
El ajuste actual por parte del Merval, es coincidente con lo que han realizado tanto el mercado mexicano como el peruano, antes de superar los máximos de los 90. Una vez que se dio tal superación, la Bolsa subió en tres cifras porcentuales. Eso mismo esperamos del mercado local y replicaremos el buen momento actual de los brasileños dentro de los próximos años. Veremos...
Con la nota de hoy intentaremos analizar la evolución de los últimos años del principal índice de la Bolsa de San Pablo, el Ibovespa, para entender la actualidad del mercado paulista y con intenciones de determinar el futuro del mismo.
En la última década, y de la mano del gran Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil ha obtenido importantes avances en el plano económico y social.
Los brasileños han registrado incrementos en sus ingresos que han permitido mejorar su nivel de consumo, los índices de pobreza han disminuido, el Producto Bruto Interno se ha incrementado, las industrias se han multiplicado y éstas han ampliado su frontera de exportación, a la vez que una impresionante masa de capitales ha inundado la plaza paulista, provocando que el real sea una de las monedas de mayor apreciación en los últimos tiempos.
Con una moneda fuerte, los brasileños han poblado las calles de Buenos Aires disfrutando de restoranes, hospedándose en hoteles, y volviendo a sus casas con indumentaria, y productos comprados aquí.
Tal es así, que en los últimos 10 años la clase media brasileña creció en nada menos que 29 millones de personas, a la vez que otros 20 millones salieron de la pobreza. Tras la finalización de su mandato, dejo un país con una inflación bajo control, analfabetismo con pendiente negativa, desempleo en niveles mínimos, mayor seguridad, lucha contra el narcotráfico, etc. Cabe destacar que en 2002, Brasil recibió un rescate por u$s 30.000 millones del FMI y, al finalizar el Gobierno de Lula, se convertía en un acreedor del fondo aportando u$s 5.000 millones.
Con el avance en esta última década, Brasil ha sabido consolidar su participación dentro del selecto grupo del BRIC, junto a países como China, Rusia y la India, y participa en foros internacionales en los que se decide el futuro de la economía mundial.
Los logros de Lula han llegado incluso a que se le otorgue la sede del campeonato de fútbol mundial en 2014. Estos avances y junto a la mejoría en el nivel de vida de sus habitantes, ha hecho que Lula se retire de la presidencia de su país con un nivel de aceptación récord del 87%, nombrado hombre del año por revistas internacionales y es considerado una de las personas más influyentes en la última década en el plano internacional.
La popularidad de Lula ha podido colocar en el Gobierno a Dilma Rousseff, encargada de continuar con el modelo y las políticas que él mismo había iniciado. No hay dudas de que los brasileños han sabido mejorar su estilo de vida y que la mirada que los inversores internacionales tenían sobre el mercado paulista ha cambiado notoriamente en esta última década.
Ahora bien, cabe preguntar: ¿el estilo de vida actual de los brasileños fue anticipada por el mercado? En este caso, ¿el mercado también se anticipó a la economía? Y yendo más profundamente, ¿Qué hay que esperar del futuro para la plaza bursátil y para los brasileños?
Cuando Lula ingresó como mandatario el 1/1/03, el Ibovespa lo recibía en los 10.900 puntos y tras la finalización de su mandato, el selectivo paulista finalizaba el 1/1/11 en 68.300 unidades, lo que significa un aumento del 553%. Claramente el mercado aceptó a Lula y lo congració con ganancias históricas.
El mercado bursátil brasileño ha pasado de la depresión en los años 2002, a la euforia, creciendo a tasas altísimas en términos anuales. Pero cabe destacar que esa euforia bursátil no se trasladó inmediatamente al plano social y tal es así que los brasileños están recolectando los frutos que el mercado ha sabido dar durante estos años.
Pero es importante preguntarse; ¿Qué está pasando con el Ibovespa hoy en día?
El humor de mercado pasa de la depresión a la euforia mucho antes que el humor social y esto se puede ver cómo hoy en día este último permanece alto, con brasileños viajando y disfrutando de su moneda fuerte, mientras que el Ibovespa, ha entrado en un bear-market desde noviembre de 2010, perdiendo posiciones y ha dejado de ganar todo lo que ha sabido obtener en los últimos años. Vemos a esta disociación como una gran debilidad y una importante señal de alerta, no sólo para el mercado sino también para los mismos brasileños.
Insistimos tanto desde esta columna como a nuestros clientes, sociedades de Bolsa, y en nuestras charlas. El mercado siempre va de la depresión a la euforia... Y viceversa.
La situación detallada es un claro ejemplo de techo de mercado, con popularidad del presidente alta y buenos índices económicos, todos apostaban a Brasil, y a Lula. Abundaban recomendaciones fundamentalistas y de grandes bancos internacionales, no sólo al Ibovespa sino también a su ETF, el EWZ, el cual ha sabido tener récord de volumen diario en Wall Street.
Pero en 2010 la Bolsa brasileña ha registrado un incremento de tan sólo un 1%, mientras otras plazas bursátiles han registrado ganancias. Es cierto que la economía brasileña tiene mejores indicadores que la Argentina, sin embargo, el mercado ha mostrado dos realidades distintas.
Los fundamentalistas buscan y recomiendan mercados con estadistas económicas sanas. ¿Qué pasó entonces con Brasil? ¿El mercado está indicando algo?
Desde los máximos de 73.100 puntos en noviembre de 2010, el Ibovespa ha iniciado un mercado bajista hasta los valores actuales de 58.800 unidades, perdiendo un 17% de su valor en los últimos 10 meses. Consideramos que el índice se encuentra en un momento de gran definición, y vemos que en el corto plazo el proceso correctivo continuará, con intenciones de consolidar una zona de soporte en 57.600 puntos.
En caso de que los precios reconozcan el soporte mencionado, se deberán ver avances sustanciales, recuperando todo el terreno perdido y accediendo a 63.500-67.000 puntos, que en caso de ser superado, quedara habilitado una continuidad en el alza de regreso a los de 73.100 puntos y con intenciones de ampliar las ganancias rumbo a nuevos máximos para los próximos años de cara al mundial y a las olimpiadas, para que desde allí seamos grandes vendedores de la Bolsa paulista.
Ahora bien, si las debilidades continúan, ubicando al Ibovespa por debajo de las 57.600-56.500 unidades, significará que el proceso correctivo aún no ha terminado y alertaremos por pérdidas mayores en dirección a soportes inferiores y de mayor importancia ubicados en 53.000-52.000 puntos, sin descartar debilidades adicionales hacia los 50.000 puntos. Esta última visión es la favorecida por el analista.
El real ha sido una de las monedas de mayor apreciación en los últimos años y ha acompañado el bull-market. El dólar pasó desde los máximos de 2002 de 3,93 reales por dólar hasta los mínimos de 1.560 de julio de 2008, logrando una apreciación del 60% aproximadamente. Esto significa que mientras el mercado bursátil subía, el real se apreciaba. Y en 2008, junto con la caída de las grandes Bolsas del mundo, el Ibovespa cayó fuertemente, a la vez que el dólar subió.
Ahora bien, lo significativo es que, el real continúa apreciándose al mismo tiempo que la Bolsa pierde posiciones y se enfrenta a soporte importante. Esto significa que gran parte de los inversores confía fuertemente en Brasil, e incluso los mismos brasileños prefieren permanecer en moneda local antes que en el mismo dólar, como una señal de sobrecompra significativa y por lo que debemos estar en alerta.
Hoy en día el dólar ha accedido por debajo de los mínimos de 2008 y se ubica en 1,554 real por dólar. Desde los máximos de 1,693, el dólar ha realizado un movimiento triangular el cual indica una última corrección y un último movimiento bajista adicional, para que desde allí, se genere un cambio de tendencia y el dólar recupere parte del terreno perdido en estos años.
La longitud de la base del triángulo indica un objetivo de 1,51-1,50 real y potencialmente 1,45 real por dólar, desde donde se deberá dar un piso de mercado histórico.
El dólar encuentra fuerte resistencia en 1,580 y potencialmente 1,605-1,61, para que desde allí, las pérdidas queden retomadas de regreso a los mínimos mencionados.
Únicamente en caso de que el dólar recupere posiciones por encima de 1,605, entenderemos que en los mínimos de 1,531 ha sido un importante piso de mercado y pasaremos a favorecer avances adicionales de regreso a 1,62-1,63.
Las grandes crisis surgen cuando la gran mayoría de la población se posiciona en la moneda local.
La psicología social y de mercado que vive hoy Brasil se encuentran disociadas. El gran bull-market que ha visto el mercado brasileño en los últimos años, lo está disfrutando la población hoy en día, pero es una señal de alerta la gran debilidad que encuentra hoy el Ibovespa y la fortaleza del real.
El mercado se anticipa a la economía y por debajo de 57.600-56.000 puntos, será una señal de alerta importante y veremos caídas mayores, poniendo fin al buen pasar de los brasileños.
¿Y la Argentina?
Dentro de este informe queremos dedicarle un apartado para el mercado local, ya sea por la estrechez que lleva con el país vecino, así como para realizar una pequeña comparación entre ambos mercados.
Consideramos que el buen pasar de los brasileños también le va a tocar a los argentinos en los años por venir y tal desarrollo deberá comenzar por el mercado financiero a igual que sucedió con Brasil y el Ibovespa, para que luego se traslade a la economía real.
El gran avance mencionado por parte del mercado paulista no se ha visto aún en la plaza local y el Merval se encuentra en camino a replicar la evolución del Ibovespa y de igual manera que hicieron los pares latinoamericanos al superar los máximos de los 90. A pesar de que en 2010 se ha festejado mundialmente los números e índices de Brasil, la Bolsa argentina la superó en rendimiento y continuará superándola en los próximos años.
A igual que en Brasil, en 2002 el mercado local se encontraba deprimido y con altos niveles de descontento social. Desde tal fecha el Merval ha iniciado el gran bull-market actual el cual dará importantes ganancias primero en la parte financiera y bursátil y luego se trasladara a la economía real.
El ajuste actual por parte del Merval, es coincidente con lo que han realizado tanto el mercado mexicano como el peruano, antes de superar los máximos de los 90. Una vez que se dio tal superación, la Bolsa subió en tres cifras porcentuales. Eso mismo esperamos del mercado local y replicaremos el buen momento actual de los brasileños dentro de los próximos años. Veremos...
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