En las últimas semanas han salido publicadas noticias muy significativas en los principales diarios de España, tituladas como: España tardará 20 años en volver al nivel de bienestar previo a la crisis o España afronta una década perdida, o 4.500 protestas en un año, entre otras.
Este tipo de notas son claras representaciones de lo que vive hoy el país ibérico en cuanto a su mala situación económica actual y su incierto futuro. De todos modos, esta clase de noticias no hace más que confirmar y fortalecer las visiones alcistas para el mercado financiero, es decir, este tipo de notas representan un mensaje muy positivo para el mercado de capitales.
El lector se preguntará ¿por qué?, ¿en qué se relaciona el mercado financiero con la cantidad de manifestaciones y el disgusto social?, ¿de qué manera ello puede ser positivo para el mercado financiero?
El mercado de capitales puede ser estudiado ya sea desde los fundamentals así como desde el análisis técnico. Dentro de este último existe una corriente muy importante en referencia a tener una opinión en contrario sobre lo que opina la mayoría de las personas en relación al futuro económico y sobre el futuro del mercado financiero. ¿En qué se basa tener una opinión en contrario?
Una de las grandes y más conocidas frases de Warren Buffet es: Me vuelvo codicioso cuando todos están temerosos, y me vuelvo temeroso cuando todos están codiciosos; y dentro de la misma línea, Soros insistía: El mercado está hecho para descartar lo obvio y apostarle a lo inesperado. Estas dos frases están fuertemente relacionadas con la corriente de opinión en contrario, la que un inversor (el dinero inteligente) debe aplicar para ser exitoso en el ámbito bursátil.
En los últimos tiempos se ha estado estudiando cómo funcionan los mercados financieros y la cierta irracionalidad que opera los mismos. Muchos agentes toman decisiones invirtiendo, basándose en argumentos racionales. Justamente, contar con una opinión en contrario hace referencia a que el mercado no se comporta de manera racional, y dado que la mayoría de los agentes toman decisiones basándose en argumentos racionales, obliga a quien toma decisiones irracionales a ir en contra de lo que opina la mayoría de las personas.
El inversor (o analista) deberá monitorear dos sentimientos de mercado importantes: el sentimiento de mercado (reflejado a partir del principal índice bursátil del país) y el sentimiento social (reflejado a partir de los medios, que informan sobre la situación socioeconómica y política del país y de la región).
Uniendo estas dos psicologías y luego de repetidos estudios se puede observar que los grandes techos de mercado se generan dentro de la psicología social eufórica, en un contexto económico favorable, con bajos niveles de desempleo, alta popularidad de los gobernantes, mejoramiento en las clases sociales, acuerdos de paz y austeridad, mejoramiento en las calificaciones crediticias del país y de las empresas, aumento de inversiones, etc. Los diarios reflejan tal contexto, hasta mencionar en que el sistema (o el modelo) funciona, extendiendo el buen momento y eternizándolo, disfrutando de las ganancias repartidas por toda la sociedad.
En esos momentos, todos están eufóricos, todos aprueban el buen momento del país y la buena gestión de los gobernantes.
El mercado debe ser considerado como un elemento de anticipación a lo que sucederá en la economía, y si regresamos a la frase de Buffet, entonces es efectivamente allí donde más cautela habrá de tener dentro del mercado de capitales.
Luego de haber estudiado los titulares de los mismos diarios españoles en el año 2007, encontramos notas como: La economía española está imparable, Madrid y Barcelona se sitúan entre las 35 ciudades más ricas del planeta, España, el país de la UE del que salen más remesas, La tasa de paro cae por debajo del 8% y alcanza su nivel más bajo desde 1978.
Este tipo de notas son claras representaciones de lo que vive hoy el país ibérico en cuanto a su mala situación económica actual y su incierto futuro. De todos modos, esta clase de noticias no hace más que confirmar y fortalecer las visiones alcistas para el mercado financiero, es decir, este tipo de notas representan un mensaje muy positivo para el mercado de capitales.
El lector se preguntará ¿por qué?, ¿en qué se relaciona el mercado financiero con la cantidad de manifestaciones y el disgusto social?, ¿de qué manera ello puede ser positivo para el mercado financiero?
El mercado de capitales puede ser estudiado ya sea desde los fundamentals así como desde el análisis técnico. Dentro de este último existe una corriente muy importante en referencia a tener una opinión en contrario sobre lo que opina la mayoría de las personas en relación al futuro económico y sobre el futuro del mercado financiero. ¿En qué se basa tener una opinión en contrario?
Una de las grandes y más conocidas frases de Warren Buffet es: Me vuelvo codicioso cuando todos están temerosos, y me vuelvo temeroso cuando todos están codiciosos; y dentro de la misma línea, Soros insistía: El mercado está hecho para descartar lo obvio y apostarle a lo inesperado. Estas dos frases están fuertemente relacionadas con la corriente de opinión en contrario, la que un inversor (el dinero inteligente) debe aplicar para ser exitoso en el ámbito bursátil.
En los últimos tiempos se ha estado estudiando cómo funcionan los mercados financieros y la cierta irracionalidad que opera los mismos. Muchos agentes toman decisiones invirtiendo, basándose en argumentos racionales. Justamente, contar con una opinión en contrario hace referencia a que el mercado no se comporta de manera racional, y dado que la mayoría de los agentes toman decisiones basándose en argumentos racionales, obliga a quien toma decisiones irracionales a ir en contra de lo que opina la mayoría de las personas.
El inversor (o analista) deberá monitorear dos sentimientos de mercado importantes: el sentimiento de mercado (reflejado a partir del principal índice bursátil del país) y el sentimiento social (reflejado a partir de los medios, que informan sobre la situación socioeconómica y política del país y de la región).
Uniendo estas dos psicologías y luego de repetidos estudios se puede observar que los grandes techos de mercado se generan dentro de la psicología social eufórica, en un contexto económico favorable, con bajos niveles de desempleo, alta popularidad de los gobernantes, mejoramiento en las clases sociales, acuerdos de paz y austeridad, mejoramiento en las calificaciones crediticias del país y de las empresas, aumento de inversiones, etc. Los diarios reflejan tal contexto, hasta mencionar en que el sistema (o el modelo) funciona, extendiendo el buen momento y eternizándolo, disfrutando de las ganancias repartidas por toda la sociedad.
En esos momentos, todos están eufóricos, todos aprueban el buen momento del país y la buena gestión de los gobernantes.
El mercado debe ser considerado como un elemento de anticipación a lo que sucederá en la economía, y si regresamos a la frase de Buffet, entonces es efectivamente allí donde más cautela habrá de tener dentro del mercado de capitales.
Luego de haber estudiado los titulares de los mismos diarios españoles en el año 2007, encontramos notas como: La economía española está imparable, Madrid y Barcelona se sitúan entre las 35 ciudades más ricas del planeta, España, el país de la UE del que salen más remesas, La tasa de paro cae por debajo del 8% y alcanza su nivel más bajo desde 1978.
Lejos están esas buenas noticias hoy en día y es así como el mercado español, con el Ibex35 como el índice más representativo de la plaza madrileña, logró perder cerca de un 65% de su valor, regresando a niveles de 2003.
El nivel de optimismo en España estaba claramente reflejado por los diarios y los españoles vivían en un contexto socioeconómico próspero. Justamente en tal contexto es donde el techo del mercado se generó y evidenciando una gran pérdida para la plaza bursátil del país ibérico llevando al Ibex35 desde los máximos de 16.000 unidades de regreso a los 5.800 puntos en julio último. En este caso, la psicología social positiva jugó en contra del mercado generando un histórico techo.
Continuando con el análisis, vemos que los grandes pisos de mercado se generan dentro de un contexto sumamente deteriorado, con malos datos económicos, alto nivel de desempleo, caída en el nivel de inversión, quiebra de empresas, degradación en la calificación crediticia del país y de las empresas, aumento de la delincuencia, prostitución, inicio de conflictos armados, bajo nivel de popularidad de la clase gobernante (hasta el punto de que se vayan todos, como en el piso de la Argentina en 2002), etc. Los diarios en este caso también se encargarán de mostrar el descontento social, mencionando las manifestaciones, las crisis que sufren los gobernantes, explicando la crisis económica y cómo la sociedad termina sufriendo las consecuencias de la mala situación, hasta el punto en que se critica el sistema y se eterniza el mal momento actual e incluso haciendo referencia a la década perdida. Nuevamente, si aplicamos esta interpretación a los dichos de Buffet entenderíamos que en estos momentos estamos frente a una oportunidad histórica y deberíamos volvernos codiciosos, dado que todos están cautelosos. El mercado hace piso con acumulaciones de malas noticias tanto en cantidad como en gravedad y nuevamente el mercado es un elemento de anticipación que los agentes deben considerar entendiendo que lo peor ya pudo haber pasado y que un cambio de humor socioeconómico está por venir, muchas veces en contra de las mejores proyecciones fundamentales.
Si regresamos a las primeras noticias detalladas en el artículo actual, vemos cómo el negativismo en el que España se encuentra hoy en día es muy alto, mientras que el Gobierno sólo tiene un 30%-35% de aceptación política, con una continua y creciente manifestación social.
En todo este contexto de negativismo, descreimiento y de eternización de la crisis, el mercado no ha hecho más que recuperar importantes posiciones, por lo tanto queda en evidencia que el mercado no es un reflejo de lo que sucede en la economía, sino más bien opera en sentido opuesto en momentos de saturación social.
Desde los mínimos de 5.800 puntos en julio, el Ibex35 ha recuperado cerca del 40% dentro de un contexto socioeconómico sumamente deteriorado, con comprometidos datos económicos, con crisis política que sufre el Gobierno, con intentos separatistas de comunidades españolas, con récord en manifestaciones sociales, con continuas degradaciones de deuda de parte de agencias de calificación crediticia (S&P dejó el rating de España al borde del bono basura en octubre de este año), con saqueos a supermercados, con análisis de economistas de renombre internacional prolongando la crisis hasta el punto de eternizar la misma.
Luego de discusiones con economistas de renombre en el mercado local e internacional he podido comprobar que no le encuentran una solución a la actualidad económica y consideran que no están dadas las condiciones para poder invertir en el mercado español. Desde un punto de vista racional es claro que no estén dadas las condiciones para invertir en España.
Lo cierto es que tampoco estaban dadas las condiciones en la Argentina en 2002 (el Merval hizo piso en pesos en noviembre de 2001, en el peor momento de la crisis), tampoco en EE.UU. en 2009 cuando hizo piso. O más cerca aún, en 2011 cuando S&P le degradó la calificación a EE.UU. y le quitó la triple A (luego de tal noticia el mercado norteamericano no sólo no cayó más sino que subió un 25%).
Si el inversor se decidiese invertir en condiciones socioeconómicas estables y dentro de economías sanas, probablemente le vaya bien, pero no hará grandes diferencias, sino más bien corre el riesgo incluso de tener grandes pérdidas, como aquellos que se decidieron invertir en Brasil cuando logró el investment grade y con dicha noticia el mercado hizo un histórico techo, o quienes se lanzaron a invertir cuando España mostraba signos de fortaleza económica en 2007 cuando todo iba bien.
Hemos discutido este tema desde artículos previos planteando el interrogante si ha habido un mejoramiento desde el punto de vista macroeconómico para explicar el gran avance que ha tenido la Bolsa norteamericana, logrando borrar todas las pérdidas de la crisis subprime y Lehman Brothers. ¿Acaso la discusión en el debate presidencial norteamericano y en la actualidad no ha sido el desempleo, la inversión, etc.?
La respuesta es que no ha habido un cambio significativo desde el punto de vista macroeconómico que explique las subas hasta los valores actuales y ello representa un argumento a favor sobre la irracionalidad con la que operan el mercado de capitales y las Bolsas mundiales. Dentro del contexto actual y sobre el gran debate sobre el abismo fiscal, el Dow Jones y el SP500 han recuperado desde los mínimos de 2009 el 100% de su valor.
Análisis técnico del Ibex35
Hoy en día el Ibex35 se encuentra enfrentando el 38,2% de Fibonacci de toda la baja entre los máximos de 12.230 puntos y los mínimos de 5.800 unidades, por lo que con el quiebre de 8.300 puntos quedará habilitada una continuidad alcista hacia los 9.350 puntos en una primera instancia y 9.800 unidades más tarde, junto al 61,80% de toda la caída en cuestión, junto a escollos importantes de corto y mediano plazo para el Ibex35. Más tarde, con el quiebre por encima de tales niveles, pasaremos a habilitar una continuidad en el avance en dirección a valores más ambiciosos para adelante.
Si bien de corto plazo el índice se muestra saturado, pudiendo generar un recorte temporal, entendemos que en los 5.800 puntos ha sido un gran piso de mercado, y cualquier recorte deberá ser transitorio y limitado a la zona de 8.000-7.800 puntos, siendo los 7.475-7.400 unidades el soporte de mayor peso en el corto y mediano plazos, junto a la onda 4 de menor grado y la media de 200 días, y desde donde esperamos un regreso de las subas como tendencia principal rumbo a los máximos mencionados.
Sólo con caídas directas debajo de 7.400 unidades podremos ver un ajuste mayor que sepa recortar parte de las ganancias acumuladas desde los pisos de 5.890 puntos regresando a los 6.900-6.825 puntos, junto al 61,8% de Fibonacci de todo el avance mencionado y desde donde la tendencia alcista deberá quedar finalmente reanudada.
Consideramos que habrá que tener una opinión en contrario para ser exitoso en el mercado financiero y este último no es un reflejo de la economía sino más bien un elemento de anticipación a la misma. La psicología social positiva juega en contra del mercado mientras que la negativa juega a favor del mismo.
El mercado ya se ha saturado y estamos frente a una oportunidad histórica de compra en el mercado español, dado que hay un consenso generalizado sobre el pesimismo reinante en el país ibérico, y esto habilita avances importantes para el Ibex35. El mercado se anticipa, en los peores momentos es cuando hace el piso y la tendencia alcista, lenta pero de manera sostenida, retoma el protagonismo. Más tarde lo harán la economía y las proyecciones fundamentales. El mercado está demostrando que lo peor de la crisis ya pasó.
Como dijo Soros, el mercado está hecho para descartar lo obvio y apostarle a lo inesperado. Es cierto, es irracional, pero creemos que se viene un bull-market en el mercado español.